Nuestra visión económica en la Costa Mediterránea
Estamos a punto de que comience el otoño y desgraciadamente se están cumpliendo las peores expectativas. El número de contagios no para de subir, con unos sanitarios agotados por la masificación del trabajo y unos recursos mediocres. Muchas fronteras cerradas a los españoles y una mayoría de países recomendando a sus conciudadanos que no vengan a España, que es un país muy poco seguro desde el punto de vista sanitario.
En el arco mediterráneo que es donde trabajamos nosotros, la dependencia del turismo es total, y después del verano con un tercio de afluencia básicamente de residentes españoles y muy pocos extranjeros, el bajón de actividad económica es enorme y todavía se va a agravar más en los próximos meses, con lo cual, deducimos que muchas de las empresas van a despedir personal y cerrar.
En lo que respecta al sector inmobiliario, la demanda nacional a nuestro parecer había seguido viva en los meses del post-confinamiento, pero ya empezamos a apreciar el bajón de la actividad inmobiliaria que junto al endurecimiento de la concesión de hipotecas en los próximos meses por los bancos pensamos va a producir una notable reducción de las compra-ventas. Las inmobiliarias y promotoras especializadas solamente en el cliente extranjero, prácticamente están en “stand by”, con demandas que no pueden atender por la imposibilidad de desplazamiento a nuestro país.
Con todo este panorama anterior creemos que habrá un ajuste de precios en las grandes ciudades que han sufrido grandes incrementos sobre todo en los dos últimos años, un ligero ajuste en la costa por la caída de la demanda exterior y que en mayor o menor medida su valor dependerá de lo que alargue la pandemia . A empresas como la nuestra solo le queda tirar de imaginación, trabajo constante y apretarse el cinturón.